El presidente de la Generalitat, Quim Torra, agradeció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ambos pudieran hablar "de todo" en el encuentro que mantuvieron este jueves por la tarde en el Palau de Pedralbes, en Barcelona. El jefe del Ejecutivo, por su parte, defendió "abrir una nueva etapa en la que la confrontación dé paso a la concordia".

En la entrega de los Premios Ferrer Salat y las Medallas de Honor de Fomento del Trabajo, celebrada este mismo jueves, y a la que asistieron Sánchez y el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, Torra aseguró que ambos ejecutivos se han emplazado a encontrar una solución al conflicto político catalán y que abordaron una propuesta de pacto "de desfranquización del Estado y de aislar a la extrema derecha".

"Creo que lo que hemos decidido, emplazarnos en el diálogo para encontrar una solución democrática que hemos compartido, me parece una idea esencial de la reunión que hemos tenido", indicó Torra dirigiéndose, al presidente del Gobierno.

El presidente catalán detalló asimismo que, durante el encuentro, le expuso a Sánchez los "grandes consensos" que a su juicio existen en la sociedad catalana: el sentimiento "republicano", el rechazo a la "represión" y el convencimiento de que el conflicto catalán se tiene que resolver mediante "un referéndum de autodeterminación".

Sánchez, por su parte, defendió "abrir una nueva etapa en la que la confrontación dé paso a la concordia", y reivindicó el "diálogo" frente a la "gesticulación y el ruido", así como que "juntos hemos llegado siempre mucho más lejos".

El jefe del Ejecutivo, que lanzó este mensaje durante su intervención en el acto de entrega de los mencionados premios, en presencia de Torra, y tras reunirse con él, no dio detalles de cómo había ido el encuento con el presidente catalán, pero aprovechó su intervención para reivindicar una serie de valores que dijo que servían tanto en el campo económico como en el político.

"Nos corresponde a todos abrir una nueva etapa en la que la confrontación dé paso a la concordia; la polarización a la cohesión", insistió, añadiendo que "frente a la gesticulación y el ruido, diálogo, diálogo y más dialogo. Yo, como presidente, y mi Gobierno, estamos dispuestos a ello".

Sánchez destacó las virtudes "del diálogo, la estabilidad, la autocrítica y el impulso transformador", tanto en el ámbito empresarial como en el político, y aseguró que este compendio de valores es una "receta cargada de sentido común que nos hace pisar el suelo con realismo".

Dicha receta es la que "permite que avancemos juntos, en una apuesta decidida por la convivencia que nos obliga a encontrarnos a todos en lo que nos une", dijo el presidente. "Si algo hemos aprendido en estos últimos años de crisis es que juntos hemos llegado siempre mucho más lejos, empresarios, gobiernos y sociedad civil, y juntos también los pueblos de España", apostilló.

Sánchez y Torra se saludaron a la llegada al hotel Sofia, donde se celebraba la cena y la ceremonia de entrega, y caminaron juntos hacia el comedor. Ambos compartieron mesa presidencial con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre; el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y su expresidente Juan Rosell; y los secretarios generales de CC.OO. Catalunya y UGT Catalunya, Javier Pacheco y Camil Ros.

A la entrega de premios también asistieron las ministras Nadia Calviño y Trabajo, Magdaleno Valerio; los consellers Àngels Chacón, Chakir el Homrani y Damià Calvet, y una nutrida representación empresarial.

Además, estuvieron como invitados el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, que fue reconocido con la medalla de honor al Empresario del Año de Fomento del Trabajo; el presidente de Cellnex, Tobías Martínez, empresa que obtuvo uno de los premios Ferrer Salat; el presidente de ejecutivo de Agbar, Ángel Simón; el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, y Antonio Brufau (Repsol).